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Roraima

    El Tepuy Roraima, también llamado Monte Roraima o simplemente Roraima, es una montaña de formación sedimentaria característica del Macizo Guayanés, en forma de meseta o «Tepuy». Su punto más alto se encuentra alrededor de los 2.723 msnm y su superficie es de 34,38 Km cuadrados aproximadamente.

    La montaña se encuentra ubicada al sur del río Orinoco en la región de Guayana, en a altiplanicie conocida como Gran Sabana (Parque Nacional Canaima – Sector Oriental), más exactamente en el punto donde convergen las fronteras de Venezuela, Brasil y la Guyana Esequiba (Zona en Reclamación) en el llamado Punto Triple ó hito geográfico BV-0 (Brasil – Venezuela número 0).

    Roraima es el Tepuy que alcanza la mayor altitud entre los más de 20 tepuyes que se encuentran dentro del Parque Nacional Canaima. Su cumbre luce casi desierta en cuanto a suelo, vegetación y animales se refiere, sin embargo, las especies que allí habitan son de especial importancia e interés para la ciencia. Muchas de estas especies son únicas en el mundo, siendo algunas de ellas estrictamente endémicas de esta montaña.

    Roraima fue el primer Tepuy en ser ascendido. El 18 de diciembre de 1884, Everhard Im Thurn y I. erkins, en compañía de un grupo pemon Arekuna, realizaron el primer ascenso a este Tepuy estableciendo así el primero y único sendero a su cumbre (sendero actualmente utilizado por los excursionistas). Roraima es por tanto el Tepuy más conocido, el más explorado así como también el más visitado. Actualmente, unos tres mil excursionistas visitan Roraima cada año, lo que ha generado impactos notables en sus ambientes. De la cumbre del Roraima se desprenden varios saltos ó cascadas, y aunque la mayoría no son permanentes, alcanzan impresionantes alturas. En su cima se encuentran las fuentes de los ríos Arabopo, Cotingo, Waruma y Paikwa, tres ríos que alimentan a su vez a los ríos Orinoco, Amazonas y Esequibo, respectivamente. Por esta razón, Roraima es considerado por los habitantes autóctonos de la región como «La Madre de Todas las Aguas».

    Origen del Nombre

    El origen del nombre Roraima no se encuentra claramente establecido. Los primeros exploradores relatan que Roraima, debido a su hidrografía, era llamado por los habitantes autóctonos de la región como «La Madre de Todas las Aguas». Sin embargo, otros pemones traducen este nombre como «Gran Verde – Azulado» ó Roroi-Ima; siendo «Ima» un sufijo para el adjetivo «grande», y Roroi, «Verde – Azulado» (esto debido al color que adquiere la montaña al ser vista de lejos).

    Sitios de Interes

    Paraitepui de Roraima: Comunidad pemon de unos 250 hab. ubicada a 22 Km del Roraima. Es el punto de partida de todas las excursiones a pie al Tepuy, y donde se pueden contratar los servicios de Guías y Porteadores.

    Campamento Río Tek: Primer sitio de acampada.

    Campamento Río kukenán: Segundo sitio de acampada.

    Campamento Base Militar: Tercer sitio de acampada. Usado solo ocasionalmente cuando se requiere avanzar más rápido.

    Campamento Base (La Base): Cuarto sitio de acampada ubicado a los pies del Tepuy.

    La Rampa: Sendero de ascenso final a la cumbre del Tepuy Roraima.

    Paso de Lagrimas: Cascada no permanente ubicada en La Rampa.

    El Carro (Maverick): Formación rocosa en la cumbre del tepuy Roraima que asemeja la silueta de un carro.

    Los Hoteles: Especie de «cavernas» en la cumbre tepuyana formadas por enormes repisas en forma de techo que son utilizadas por los excursionistas como lugares de refugio o acampada. No son instalaciones turísticas.

    La Ventana: Mirador.

    La Ventana a Kukenán: Mirador.

    Los Jacuzzis: Pequeños pozos de aguas poco profundas con cristales de cuarzo.

    Cueva de Los Guácharos: Profunda grieta en la pared sur del Tepuy Roraima en donde habita una colonia de aves llamados Guácharos (Steatornis Caripensis).

    Valle de Cristales: Pequeño valle en las cabeceras del río Arobopó repleto de cristales de cuarzo.

    Punto Triple: Hito geográfico limítrofe de Venezuela, Brasil y la Guyana Esequiba (zona en reclamación).

    El Foso: Pequeña Sima en la cumbre del Tepuy Roraima.

    Lago Gladys: Pequeño lago en la cumbre del Roraima. Su nombre se debe a un personaje de la novela de Connan Doyle «El Mundo Perdido».

    La Proa: Extremo norte del Tepuy Roraima.

    Planifica tu Excursión

    Ubicación: Está ubicado en el extremo sureste del Estado Bolívar, en el Municipio Gran Sabana. Exactamente en el punto fronterizo tripartito de la Republica Bolivariana de Venezuela, Brasil y la Guyana Esequiba o Zona en Reclamación.

    Como Llegar: Por tierra (desde Venezuela): a través de la carretera Troncal 10, que une Puerto Ordaz con Santa Elena de Uairén (capital del Municipio Gran Sabana). Siga la Troncal 10 hasta encontrar la comunidad de San Francisco de Yuruaní (Kumaracapay), donde se encontrará a 1 kilómetro dirección sur una pequeña carretera troncal de tierra apta solo para vehículos rústicos que le conducirá a la comunidad de Paraitepui de Roraima (27 Km). Esta comunidad pemon es el último punto accesible en vehículo, constituyendo también el punto de partida para las excursiones al Tepuy. Allí deberá registrarse en el punto de control de Inparques si planea subir al tepuy. Si viene en autobús podrá bajarse en la comunidad de San Francisco, en donde encontrará servicios de transporte rústicos y excursiones organizadas hasta la comunidad de Paraitepui y el Tepuy Roraima, respectivamente. Igualmente podrá hacerlo a través de Santa Elena de Uairén en donde operan varias agencias especializadas en esta excursión. Por avión: a través del Aeropuerto Internacional de Santa Elena de Uairén.

    Cuando ir: Temporadas climáticas: Roraima puede ser ascendido todo el año. Existiendo dos temporadas climáticas relativas: la de lluvias, entre los meses de Mayo-Octubre; y, la llamada época de sequía, entre los meses de Noviembre-Abril. No obstante, es necesario advertir que estas temporadas pueden variar ampliamente, estando sujetas a cambios climáticos marcados debido a condiciones locales. Por lo general la cumbre de todos los tepuyes suele encontrarse nublada, con lluvias constantes y fuertes vientos. También se reportan tormentas eléctricas en algunos meses del año. Asimismo, durante la temporada de lluvias se deben tomar precauciones al cruzar los ríos, y jamás cruzarlos cuando estén crecidos o se crea que puedan hacerlo repentinamente. Siga los consejos del guía y evite accidentes. Temporadas turísticas: El tepuy recibe anualmente unos 3000 excursionistas aproximadamente, de los cuales un porcentaje importante, los turistas nacionales o venezolanos, se concentran en determinadas fechas. Por tal motivo, se recomienda a los excursionistas o grupo de ellos tomar precauciones a la hora de planificar su viaje durante las temporadas de asueto nacionales como la Semana Santa, Navidades y principios de año, pues durante estas fechas se restringe la visita al tepuy a un determinado número de excursionistas por día por motivos de control. Siendo necesario entonces contar con la debida reservación de cupo tramitado a través de las oficinas locales de Inparques o por medio de su tour operador especializado.

    La Excursión

    Primer Día: La comunidad de Paraitepui de Roraima es el punto más cercano a la montaña (22 km) y el último punto accesible en vehículo. Allí podrá contratar Guías y Porteadores registrándose en el libro de control de INPARQUES. La hora máxima de salida es la 14:00. En esta comunidad existe una posada comunitaria así como un área para carpas. Algunas familias pemon venden comida sencilla. La excursión del primer día (de unos 14 km), transcurre en medio de sabanas abiertas y ralas con algunos bosques de galerías bastante impactados por la acción del fuego. La radiación solar suele ser bastante elevada. Sin embargo, conseguirá agua cada cierto tiempo en riachuelos donde podrá cargar su cantimplora. Los campamentos del primer día – Río Tek y Río Kukenán – poseen amplias zonas para carpas y se encuentran al lado de los ríos Tek y Kukenán, respectivamente. Durante la temporada de lluvias suele haber mayor cantidad de plagas o «puri-puris».

    Segundo Día: La caminata al CAMPAMENTO BASE – de unos 9 km aproximadamente, transcurre principalmente en el piedemonte tepuyan. Atravesando algunos bloques aislados de rocas desprendidas de los farallones o paredes principales de la monta, asi como de restos meteorizados de antiguos conos de sedimentos. La vegetación encontrada al igual que la del primer día se encuentran constituidas por sabanas abiertas y ralas resistentes al fuego, así como por algunos arbustos pirófilos (birsonymia crassifolia, o aceite). A unos pocos kilómetros del campamento base se puede observar unas turderas donde se encuentran algunas colonias de BROCCHINIAS reducta y otras plantas insectivoras como la del genero drossera. Durante este día se pasa también por el denominado Campamento Militar: el cual no es más que un claro en el camino apto para la acampada, utilizado por algunos excursionistas cuando se requiere avanzar un tanto más rápido y salvar un día de camino.

    Tercer Día: La caminata de este día, de unas tres horas aproximadamente – 1,5 km – transcurre en la llamada «Rampa» que no es más que una hendidura natural en el tepuy por donde es posible ascender a pie. El ascenso transcurre en un terreno abrupto con un alto grado de inclinación, sobre restos de rocas (detritos) bastante meteorizados y resbalosos. Sin embargo, a pesar de que este sendero es bastante inclinado existen muy pocos lugares en donde el excursionista se encuentra realmente expuesto al abismo. No obstante, justo antes de llegar a la cumbre, se encuentra un lugar llamado «Paso de Lagrimas» la cual es una ladera bastante inclinada llena de grava y rocas sueltas bastante peligroso que además recibe una cascada semi-permanente. La vegetación de este día es bastante exuberante, conteniendo varias especies de planta endémicas.

    Cuarto Día: Las excursiones en la cumbre se dividen principalmente en dos: Punto Triple, de unas 8 horas de duración aproximadamente (ida y vuelta), y que incluye también la visita del «Valle de los Cristales» y «El Foso»; y, las excursiones cortas, que incluyen las visitas a las diferentes «Ventanas» (miradores o abismos), «El Carro» – uno de los puntos mas altos -, y los llamados «jacuzzis» (pozos de agua muy clara con cristales de cuarzo). Otras visitas más especializadas incluyen la visita a las cuevas altotepuyanas como «Ojos de Cristal» o «Sistema Sur de Roraima» (nota: no se aventure solo son Guía especializado en estas cuevas).

    La visita a las Ventanas del Kukenán se aconsejan realizarla muy temprano en la mañana. Para visitar La Proa, Los Laberintos y el Lago Gladys deberá tomas al menos dos días de excursión y deberá llevar al menos una cuerda.

    El tepuy Roraima puede ser ascendido todo el año. Sin embargo, la temporada preferida por los excursionistas es la de los meses Agosto, Diciembre, Enero y durante la Semana Santa. La excursión tiene una duración promedio de seis días/cinco noches y no requiere de elementos técnicos de escalada, sino de senderismo y campismo de Baja y Media Montaña. No obstante su accesibilidad, el Tepuy Roraima no deja de ser un lugar riesgoso. Por esto deberá observarse suma preocupación durante el cruce de los ríos y en la visita a los llamados abismos o «Ventanas». En algunas partes de Tepuy existe cobertura telefónica celular del sistema brasileño. La contratación de un guía pemon es estrictamente obligatoria. El acceso a la montaña desde Paraitepui solo se encuentra permitido hasta las 14:00 horas.

    Guías y Porteadores

    El acceso al tepuy no se permite sin la contratación de un Guía-Baqueano pemón, el cual a su vez tiene un número máximo de excursionistas a cargo determinado por INPARQUES y la comunidad. Tanto en la comunidad de Paraitepuí de Roraima, como la de San Francisco de Yuruani (Kumaracapay) y Santa Elena de Uairén podrá contratar sus servicios, sea de forma individual como en forma de paquete organizado (recomendable). Actualmente, existen varios tour operadores tanto locales como en la ciudad de Caracas especializados en este trekking.

    Porteadores: Los porteadores son cargadores de equipaje o carga útil de la excursión y asisten tanto al Guía en sus labores, como también a los excursionistas. Pueden ser contratados por días en las comunidades antes señaladas. Llevan un máximo de 15 kg de carga útil.

    Primeras Exploraciones

    Mitos recogidos por Koch-Grünberg en la Gran Sabana en 1911, relatan que Roraima era un inmenso árbol cargado de grandes y deliciosos frutos que sobresalía en medio de selvas y sabanas. Según los pemones, sus antepasados al ver tan fantástico árbol, decidieron un día talarlo; pensaban que tal vez así podrían obtener – de una sola vez y sin tanto esfuerzo – todos sus frutos. Sin embargo, al cortar aquel inmenso árbol «El Árbol de todos los frutos» – que curiosamente tenia una corteza al principio dura, pero después tan frágil como la del cambur – éste irrumpió la serenidad de la selva con un gigantesco chorro de agua que salía de su herido tronco, que era tan grande que formó una gran inundación.

    La copa del gigantesco árbol, – en donde se encontraban los frutos -, cayó del lado de la selva, perdiéndose allí para siempre, pues constituía un territorio desconocido e inhóspito para los pemones. Desde entonces, los pemones se vieron obligados a procurar su alimento sembrando «Conucos» en la estéril tierra de la Gran Sabana.

    Aunque no podemos descartar que hayan sido los pemones los primeros en ascender las cumbres de las mesetas Roraima y Kukenán, los testimonios escritos y fotográficos que hoy tenemos corresponde a los exploradores europeos. El primero de estos fue el botánico y geógrafo pruso Robert Schomburgk, quien en 1838 y luego en 1842 junto a su hermano Richard, realizó una serie de expediciones que lo condujeron a los pies del Tepuy Roraima. Entre sus descubrimientos cabe destacar el de una zona pantanosa cercana a la pared sur del tepuy Roraima, la cual era especialmente rica en vegetación endémica y que llamó «El Dorado Swamp». Los hermanos Schomburk realizaron una importante colección botánica que atrajo la atención, del mundo científico de la época, sugiriéndose entonces que las cumbres de estas montañas, por estar aisladas durante prolongados periodos de tiempo, podrían albergar especies de animales y plantas prehistóricas.

    La especulación sobre la existencia de posibles especies antiquísimas y hasta dinosaurios sobre la cumbre de estos cerros, atrajo la atención del escritor Escocés Arthur Conan Doyle quien, inspirado en una serie de relatos de los estos exploradores, escribió su famosa novela «El Mundo Perdido», dándole al Tepuy Roraima un clima de aventura y misterio.

    Para llegar al Tepuy Roraima en aquella época, los primeros exploradores se vieron obligados a viajar a través del río Mazaruni en el norte o a través de las sabanas del Rupununi en el sur, hasta el punto en el cual, eran obligados a dejar sus botes y continuar a pie, bastantes lejos aún de esta montaña. En el norte, existía una densa selva que, junto a unos ríos que lo inundaban todo uego de alguna fuerte lluvia, se convertían en verdaderos obstáculos para la exploración. Incluso, en el lado sur, donde predomina una sabana abierta y rala, existían dificultades… Las distancias eran grandes, y era necesario cargarlo todo a pie. Una expedición a Roraima saliendo de la costa podría durar fácilmente varios meses.

    A pesar de todas estas dificultades, los intrépidos viajeros siguieron llegando, KarI Fernindand Appun, un botánico alemán, visitó Roraima en 1864. En 1872, el inglés Charles Barrington Brown pudo observar desde cierta distancia el Tepuy Roraima: declarando que su cima era «inaccesible», y que sólo podría alcanzarse «por medio de un globo». Los ingleses Flint y Edgington estuvieron en 1877, seguidos por McTurk y Boddam-Wetham en 1878. Tres años más tarde, un colector de orquídeas inglés, David Burke, viajó a través del río Mazaruni y logró ver al Tepuy Roraima desde el noreste.

    Entre los años 1879 y 1884 Henry Whitely, un importante ornitólogo inglés, hizo varios viajes a la región del Roraima. En uno de estos viajes, Whitely observaría un lecho escalonado en una de las paredes del tepuy; lo que le hizo suponer que sería posible ascender esta montaña utilizando esta «Rampa» ó vía natural. Sin embargo, sus esfuerzos para abrir un sendero a través de la densa selva a los pies del tepuy resultaron infructuosos. No obstante, Whitely pudo llegar hasta la base de la pared del Tepuy Roraima desde donde observó el «posible camino a la cumbre». Siedel, un intrépido colector de orquídeas alemán, llegó por primera vez a la zona en Febrero de 1884, regresando de nuevo a finales de ese mismo año, Allí, a los pies del Tepuy Roraima, se encontró con Everard Im Thurn y Harry I. Perkins. Estos exploradores ingleses habían venido a la zona para realizar un último y final asalto a esta montaña (vía la ruta de Whitely). Sin embargo, esta ruta vista desde más abajo, no lucia nada fácil y en el segundo tercio, se encontraba una cascada que había erosionado casi todo el camino, abriendo una gran zanja. Im Thurn y Perkins en compañía de los pemones, ascendieron la primera parte de este trayecto sin mayor esfuerzo y sin desilusionarse. Al llegar a la última parte, en donde se encontraba la temida «zanja» se encontraron con que el camino a la cumbre estaba cubierto de hierbas gruesas y piedras sueltas muy resbalosas, haciéndolo parecer intransitable. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades esperadas, Im Thurn y su equipo, lograron finalmente ascender esta parte del trayecto sin grandes dificultades, llegando finalmente a la cumbre una tarde del 18 de Diciembre de 1884.

    Lo que ImThurn y su equipo encontraron en la cima de aquella montaña fue totalmente inesperado: en cualquier dirección que se mirase se observaba el mismo paisaje sorprendente: rocas y pináculos de extraordinarias formas que «parecían desafiar la gravedad» esculpiendo caricaturas de personas y animales. Entre las rocas, existían arroyos, cascadas y pequeños pozos, junto a una vegetación de poco tamaño. Ningún árbol ó ningún animal, era perceptible; la quietud del lugar era majestuosa e intens. Im Thurn y su equipo no permaneció mucho tiempo en la cima del tepuy.

    El resultado de este primer ascenso generó un incremento en el interés sobre esta montaña. McConnell y Quelch, en 1894 y 1898, hicieron importantes colecciones botánicas.

    Theodor Koch-Grünberg, un importante etnógrafo alemán, llegó por el sur vía río Kukenán en 1911 para realizar investigaciones entre los pemones. Ese mismo año, el inglés Edward Crampton visitó Roraima.

    La expedición de los Clementis llegó en los años 1915 -1916 (la cual Incluía la primera mujer europea en un tepuy), en una recta trazada a brújula desde el río Potare. Una expedición científica bastante completa fue realizada en 1927 por el zoólogo norteamericano G. H. H. Tate. Durante esta expedición se instalaron numerosas trampas en agujeros y pozos de la cumbre. Entusiasmado por los resultados Tate, relata «…de cada diez trampas, al menos una captura alguna criatura que no es posible encontrar en otra parte del mundo.». La mayoría de éstas, eran pequeñas ranitas negras. Vale la pena señalar también que esta expedición contó con la presencia del insigne explorador y militar brasileño Rondón. En 1934, las comisiones de límites fronterizos de los gobiernos venezolanos, brasileño y británico, hicieron una expedición al Tepuy Roraima con el objeto de delimitar sus fronteras. Esta expedición demarcó lo que hoy día es el llamado Punto Triple.

    Otras expediciones al Monte Roraima incluyen las de: el alemán Ulle en 1910, Paúl Zahl en 1938, y la de Brewer Carías en 1973. La única persona que se ha aproximado al Tepuy Roraima a través de la densa selva de la cuenca del río Mazaruni en el norte ha sido el inglés P. B. H. Bailey en 1958, del Dpto. de Estudios Geológicos del Gobierno Británico. Él ha sido el único que, remontando el rio Waruma, logró alcanzar el boscoso valle entre los tepuyes Roraima y Kukenán en su lado oriental. En 1971, Adrián Warren liderizó una expedición británica que, utilizando en parte la ruta de Bailey, llegó hasta los píes de la Proa del Roraima en el risco norte. Posteriormente en 1973 este risco fue escalado en artificial por los británicos Joe Brown, Mo Anthoine, Don Whilliams y Hammish Maclnnes.

    Historia del Punto Triple

    En 1934, los gobiernos de Venezuela, Brasil y la entonces colonia británica de Guyana, realizaron una expedición al Monte Roraima con el objetivo de delimitar sus fronteras. Para ello se sirvieron de los resultados obtenidos por el Laudo Arbrital de París de 1899 (protestado por Venezuela como irrito) el cual establecía como fronteras validas para estos tres países, la cuenca de los ríos Arabopó y Cotinga, así como la línea imaginaria llamada Schomburgk. Actualmente, Venezuela reclama a Guyana todo el territorio ubicado al oeste del río Esequibo, y por tanto, oficialmente no reconoce frontera alguna con la Guyana Esequiba. El hito geográfico fronterizo llamado Punto Triple corresponde a la demarcación oficial BV-0 (hito Brasil-Venezuela numero 0), y se encuentra ubicado en el origen de los ríos Cotinga y Arabopó. Siendo oficialmente para Venezuela el punto más alto del tepuy (aunque muy posiblemente existen otros lugares más altos).

    Geología

    El Macizo Guayanés es un área geológica que abarca más de un millón de kilómetros cuadrados que se extiende desde las montañas del Tafelberg al este, en Surinam, hasta la frontera con Colombia en el Orinoco, al oeste; y, desde el norte del estado Bolívar en Venezuela, hasta los estados Amazonas, Roraima y parte de Amapa en Brasil, en el sur. El Macizo Guayanés está constituido principalmente por granito y gneises de hasta 3600 millones de años de antigüedad (lo que representa algunas de las rocas más antiguas de la corteza de la Tierra). Este Macizo formó parte de la sección occidental de Gondwana mucho antes del surgimiento de la fractura que diera origen al Océano Atlántico, hace unos 150 millones de años (Jurásico tardío). La mayor parte de este basamento rocoso fue cubierto por capas de arenisca, provenientes probablemente de tierras altas de Gondwana. Estas capas, altamente compactadas y cementadas por Silicio durante diferentes eventos termales, llegan a alcanzar un espesor de hasta varios miles de metros, constituyendo lo que hoy llamamos Formación Roraima.

    Relieve

    La cumbre del tepuy se encuentra reticulada por una intrincada red de grietas y cañones excavados por la erosión y que sigue el sistema natural de fracturamiento de su superficie. En algunos puntos este fracturamiento llega a formar verdaderos obstáculos insalvables para el excursionista; profundos valles, grietas y cañones, impiden avanzar en línea recta aún en las distancias más cortas y los afloramientos de arenisca guijarrosas, modeladas por millones de años de erosión, dan origen al peculiar paisaje «ruinoso» que desorientan al excursionista.

    Marcas de Rizadura

    La frecuente aparición de marcas de rizaduras (ripple marks) en las rocas expuestas de la superficie del tepuy, indica que el proceso de sedimentación de esta arenisca tuvo lugar en un ambiente somero de aguas poco profundas, en mares o lagos. La ausencia de registro fósil de esporas o de cualquier macrofósil, indica también que el origen de éste depósito se encuentra en la era Precámbrica, un tiempo geológico anterior a la aparición de la vida sobre la Tierra.

    Cuando la roca arenisca se encuentra recién expuesta es de color blanco o rosada. Sin embargo, al exponerse a la intemperie, se vuelve negra debido a la presencia de un alga o cianobacteria azul-verdosa que es capaz de vivir en los poros de la roca. Aunque poco obvia para el excursionista, esta alga constituye la mayor cantidad de biomasa en el tepuy.

    Ríos de Oro

    Las aguas de color oscuro de las cumbres tepuyanas son bajas en nutrientes y marcadamente ácidas. Su color se debe a la presencia de los ácidos húmicos y tánicos, provenientes de materia vegetal en descomposición. Los ríos que se forman en las cumbres tepuyanas son conocidos por formar algunos de los saltos o cascadas más grandes del mundo. Uno de éstos, es el Salto Ángel en el Auyantepui, de 979 metros de caída ininterrumpida, siendo el salto de agua más alto del mundo. En Roraima, también se pueden observar varios saltos, aunque la mayoría de ellos no son permanentes. Sobre la cumbre de Roraima se encuentran las fuentes de los ríos Arabopo, Cotíngo, Paikwa y Waruma, estos ríos luego de formar cascadas de impresionantes alturas, alimentan tres de los ríos más importantes del norte de Suramérica: Orinoco, Amazonas y Esequibo, Tal vez, por esta razón, los habitantes autóctonos de la Gran Sabana llamaban esta montaña «Madre de Todas las Aguas».

    El Clima

    El clima sobre las mesetas Roraima y Kukenán se ve influenciado principalmente por dos fenómenos globales: los vientos alisios del nor-este que, soplando casi constantemente desde el atlántico, traen consigo una gran masa de aire húmedo; y, la Zona de Interconvergencia Tropical, la cual periódicamente alterna las corrientes de aire al norte y al sur de la línea del Ecuador.

    Siendo tropical, la duración del día y la noche varía muy poco. La cumbre del Roraima experimenta un clima de extremos: durante el día es usual observar altas temperaturas y una alta radiación solar, al mismo tiempo que nubes frías en rápido movimiento; y durante la noche, la temperatura puede caer incluso, hasta el punto de congelación. Los tepuyes también son capaces de generar su propio clima: corrientes termales, producto de la alta radiación solar sobre las paredes del tepuy, absorben el aire húmedo del bosque altimontano, este aire es luego condensado en la cima formando la característica capa de nubes orográficas que suele cubrir las cumbres tepuyanas. En el sitio conocido como «La Ventana», este fenómeno es claramente observable, por esto se recomienda ir muy temprano en la mañana o luego de fuertes lluvias.

    Animales de Roraima

    La expedición de Im Thurm no reportó mayor vida animal en la cumbre del Monte Roraima. Sin embargo, dentro de los densos cúmulos de vegetación, pequeños mamíferos y otras criaturas silvestres encuentran su supervivencia. En el bosquecillo altotepuyano, pequeñas aves merodean silenciosamente. En este mundo de niebla y lluvias constante, poca o ninguna actividad de Insectos es discernible, pero tan sólo se atisban algunos pocos rayos de Sol para que mariposas de color negro, Protopedaliodis kukenani y P. ridouti, así como una libélula negra de gran tamaño comiencen a aparecer. En Roraima existen también: arañas (Tarántulas) negras, escalopendras negras y otros muchos animales de este mismo color.

    Melanismo

    Muchos animales de la cumbre del Tepuy Roraima muestran una alta concentración de melanina. Son de un color marrón oscuro, casi negro; el cual les protege de la intensa radiación solar presente, evitándoles la pérdida de agua por evaporación y proporcionándole al mismo tiempo un seguro camuflaje entre las piedras que también son negras.

    En un ambiente tan aislado y extremo, la incidencia de especies endémicas es alta. Mientras las aves pueden viajar grandes distancias y atravesar barreras geográficas notables, las especies terrestres se encuentran restringidas por las distancias y por otras limitaciones de temperatura, altitud y ambiente. Es así como es posible observar las mismas aves en diferentes tepuyes, mientras que en el caso de las especies terrestres (a pesar de tener un ancestro común), se observan diferencias que reflejan los diferentes caminos tomados por la evolución de cada especie, dependiendo de la duración y el grado de su aislamiento.

    Anfibios

    En 1894, McConnell y Quelch, hicieron varios descubrimientos interesantes. Entre ellos, cabe destacar el de una curiosa ranita negra: Oreophrynella, la cual es un género endémico de los tepuyes. La ranita Oreophrynella es una especie muy antigua que ha logrado conservar muchas de sus características primitivas ya que el ambiente no le ha obligado a evolucionar radicalmente. Estando mucho más relacionada con algunas ranas africanas que con aquellas encontradas en el resto de Suramérica (lo que sugiere un antiguo vínculo vía Gondwana). La ranita Oreophrynella es de color negro aunque su vientre es de color anaranjado. No le es posible saltar pero se arrastra ágilmente entre las rocas resbalosas del tepuy. Cuando es asustada, permanece quieta en la roca en donde «se hace la muerta» escondiéndose en pequeñas cavidades o pozos. Dos especies han sido descritas en Roraima: O quelchii, en la cima del tepuy y O. macconelli, en la selva basimontana. Otras tres especies han sido descritas en otros tepuyes. La ranita Oreophrynella existe en los tepuyes más grandes y elevados, y están lo suficientemente diferenciadas como para ser consideradas especies distintas.

    Plantas de Roraima

    Las plantas de la cumbre de Roraima se aferran precariamente a la vida en medio de grietas y precipicios de la superficie erosionada, en donde quiera que el delgado y escaso suelo escape de ser arrastrado por las fuertes y constante lluvias. En áreas expuestas, pequeños colchones de vegetación endémica forman bellos conjuntos que parecen verdaderos «Jardines Japoneses». En Roraima existe una gran variedad de plantas con flores, la mayoría de ellas endémicas de los tepuyes.

    Endemismo

    La cima de Roraima representa un ambiente hostil para cualquier organismo vivo. La roca desnuda es baja en minerales y muy pobre en nutrientes (especialmente Fósforo, Calcio y Nitrógeno), la turba es ácida y yace directamente sobre la roca desnuda. Cualquier nutriente es rápidamente lavado por las fuertes lluvias y los suelos son constantemente erosionados por rápidas inundaciones. Algunas plantas han tenido que desarrollar mecanismos especiales para suplementar sus dietas, atrapando y digiriendo pequeños animales; otras, han desarrollado habilidades especiales para evitar la perdida de agua por evaporación (debido a la alta radiación solar), así como para poder sostenerse efectivamente en tan delgado e inadecuado substrato. De la misma manera, los animales se ven obligados a sobrevivir en tales ambientes con una cantidad limitada de alimentos y en condiciones extremas de radiación y temperatura.

    Plantas primitivas

    Con más de 400 millones de años, los helechos son una de las plantas terrestres más antiguas del planeta. En grietas y hondonadas del tepuy, ó en donde quiera que los suficientes restos de materia vegetal se acumulen para formar un soporte adecuado, se puede observar un denso bosque prehistórico de Helechos Arborescentes ó Cyathea sp. (Cyatheaceae) de hasta 4 metros de altura; viéndose también otras plantas primitivas como la Cycad Lomaria, plantas que han logrado permanecer en la Tierra por más de 120 millones de años.

    Tomado del Folleto de Emilio Pérez

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